11 de enero de 2014

Es como vivir en una orgía y echar de menos hacerte una paja.

Lo dejo todo a medias. Los trabajos, los libros, lo que escribo. Todo ha cambiado rotundamente. Estoy más perdida que nunca. Es que no veo nada claro. Lo único que sí veo claro es lo sola que estoy. En todos los sentidos. Y eso es lo triste.
Llevo estancada desde los 14 en el mismo punto. O retrocediendo. Porque a los 14 al menos ligaba y ahora soy la amiga fea.
Necesito progresar. ¡NECESITO PROGRESAR! Y no puedo. ¿Por qué? ¿Qué es lo que me ata? Nada tiene sentido. Sólo siento rabia hacia el mundo y no puedo desahogarme con nada.
Siento como que nadie me aprecia. Ni como amiga, ni como persona. Es como si todos me diesen la razón para que me calle y ya. A nadie le importo. ¿Qué es lo que estoy haciendo mal? ¿Tan insoportable soy?
Quiero avanzar. Lo necesito. De verdad. Necesito que la vida me dé una de esas hostias con las que te espabilas o esto será permanente. Y eso es totalmente inviable.

1 de enero de 2014

Ha terminado otro año más. Nunca he comprendido del todo esta celebración. La gente cena en familia, sale de fiesta como si no hubiese mañana, se toman las uvas y se piden deseos. Pero por qué hacemos esto? No celebramos que termine un mes o una semana. No me parece ridículo celebrar el fin de un año, pero sí me parece exagerado hacerlo tan a lo grande.
Para el resto del mundo ha sido un gran año, pero yo creo que no. Sí,han pasado muchas cosas estupendas, pero desde mi punto de vista ver la degeneración de la sociedad de este 2013 me ha matado. Nos hemos convertido en máquinas hechas a imagen y semejanza de cuatro idiotas que mandan, tanto en lo político como en lo social. Hemos aprendido a pensar menos por nosotros mismos, a dejarnos llevar por la corriente y a despreciar los valores reales que debe tener una persona.
No estoy diciendo esto para ser la típica antisistema que nunca está de acuerdo, lo digo porque es la cruda realidad. Y creo que debemos cambiarlo.
Feliz 2014, sinceramente, que le dé mil vueltas al 2013.