Ha terminado otro año más. Nunca he comprendido del todo esta celebración. La gente cena en familia, sale de fiesta como si no hubiese mañana, se toman las uvas y se piden deseos. Pero por qué hacemos esto? No celebramos que termine un mes o una semana. No me parece ridículo celebrar el fin de un año, pero sí me parece exagerado hacerlo tan a lo grande.
Para el resto del mundo ha sido un gran año, pero yo creo que no. Sí,han pasado muchas cosas estupendas, pero desde mi punto de vista ver la degeneración de la sociedad de este 2013 me ha matado. Nos hemos convertido en máquinas hechas a imagen y semejanza de cuatro idiotas que mandan, tanto en lo político como en lo social. Hemos aprendido a pensar menos por nosotros mismos, a dejarnos llevar por la corriente y a despreciar los valores reales que debe tener una persona.
No estoy diciendo esto para ser la típica antisistema que nunca está de acuerdo, lo digo porque es la cruda realidad. Y creo que debemos cambiarlo.
Feliz 2014, sinceramente, que le dé mil vueltas al 2013.
1 de enero de 2014
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