10 de noviembre de 2012

El suelo de mi habitación está lleno de papeles con intentos de resolución de ecuaciones, mitos e historias de amor que nunca protagonizaré. Es mi pequeño caos.
Mi vida es como un círculo vicioso de días tristes sintiéndome mal porque pienso que moriré sola y los gatos que tendré en un futuro se comerán mi cuerpo y nadie sabrá que he fallecido.
Sé que es precipitado pensar eso a los 17 años, pero me he dado cuenta de que no puedo estar sola,necesito a alguien a mi lado siempre.
Estoy bastante tristona por eso. He suspendido matemáticas e historia. Que extraño en mi. Leo «El huevo izquierdo del talento» con esas  historias de amor pornográfico y deseo una, quizá más de amor que de pornografía.
Me gusta el olor de la mantequilla fundida y me gustaría crear un mundo como el que crea Alexander Kepner en Good Bye Lenin para su madre, pero hacerlo a lo grande y que llegue hasta el último rincón del planeta.
Tengo muchos objetivos en está vida y sé que los iré cumpliendo uno a uno, aunque sea casi imposible. Caerse está permitido, levantarse es obligatorio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario