Recuerdo cuando me mirabas con ese algo tan tuyo y yo quería romperme en mil pedazos para que tú me recogieses y cuidases de mi el resto de nuestras existencias.
Fumábamos y bebíamos, escondiéndonos del mundo para que nadie nos viese y no pudiese contárselo a mi madre.
Deseaba ser cada trago de cerveza que tenía el poder de recorrerte por dentro.. pero yo ya sabía que no era más que un pasatiempo, alguien con quien cumplías y volvías a tu casa contándole a tu madre que en realidad estabas con los colegas, y a los colegas, que no era más que otro trofeo para ti.
Te adoraba y te veneraba, amor, creyéndome todas las mentiras que me contabas y las excusas que inventabas para no verme y deshacerte de mi. Me engañaba pensando que sería la próxima y definitiva, pero era otra de tus trolas no dichas, que se intuían.
Aún no sé por qué sigo hablando en pasado cuando todavía te tengo tan presente.
...Lacasita de Placebo
No hay comentarios:
Publicar un comentario